Gracias a los EEUU ya sabemos qué ocurrió en el "accidente" de avión de Barajas, ¡dios bendiga a los estadounidenses!, pero no sólo eso, si Vd quiere desentrañar los motivos por los cuales su hermano o su hijo no le habla, podrá verlo publicado muy pronto en un rotativo norteamericano, tanta es su divina intervención. Gracias, sólo podemos decir gracias y que dios bendiga a los presidentes de USA number one in god we trust.
Otro grave problema tiene entre ascuas a los españolitos de buen nacer, que ya no pueden ni disfrutar de una tarde de solidaria entrega al servicio de la especie bravía. Los terroristas antitaurinos esgrimen armas crueles e ilícitas, portan pancartas de papel y consignas de puro sentido común, ¡cuánta crueldad!, ¡cómo son capaces! El otro día hubo un grave atentado en un templo de la solidaridad pro tauromaquia, unos locos enfebrecidos saltaban a la arena y disparaban su artillería verbal a discreción, el pánico se apoderó del palco y las gradas. Tras unos minutos de caótica anarquía (¡uff, qué miedo!) comenzaron a brotar entre las víctimas los primeros síndromes de Estocolmo, algunos incluso se avalanzaron en divina reverencia hacia los terroristas, con tanto ardor y pasión que los peligrosos terroristas fueron zarandeados y magullados. Hoy, en una escalada de violencia sin precedentes, los bárbaros e infieles terroristas antitaurinos han tiroteado con ofensivas palabras las sagradas tumbas de algunos toreros. Desde el Palacio de los Diputados se recomienda a instancia de los expertos la intervención inmediata de los EEUU con todos los medios necesarios para afrontar esta crisis.
Igualmente se solicita al Gobierno Estadounidense una minuciosa investigación sobre el gravísimo problema que rodea a la memoria histórica de los españoles de buen nacer, puesto que miserables traidores a la patria pretenden dignificar su ultraje a la nación apareciéndose en sueños fantasmagóricos a sus familias, que actúan como poseídos y drogados, pues sus palabras son un sinsentido, dicen que quieren recuperar los restos de sus seres queridos y olvidan que esos seres fueron terribles traidores a la patria.
Otro grave problema tiene entre ascuas a los españolitos de buen nacer, que ya no pueden ni disfrutar de una tarde de solidaria entrega al servicio de la especie bravía. Los terroristas antitaurinos esgrimen armas crueles e ilícitas, portan pancartas de papel y consignas de puro sentido común, ¡cuánta crueldad!, ¡cómo son capaces! El otro día hubo un grave atentado en un templo de la solidaridad pro tauromaquia, unos locos enfebrecidos saltaban a la arena y disparaban su artillería verbal a discreción, el pánico se apoderó del palco y las gradas. Tras unos minutos de caótica anarquía (¡uff, qué miedo!) comenzaron a brotar entre las víctimas los primeros síndromes de Estocolmo, algunos incluso se avalanzaron en divina reverencia hacia los terroristas, con tanto ardor y pasión que los peligrosos terroristas fueron zarandeados y magullados. Hoy, en una escalada de violencia sin precedentes, los bárbaros e infieles terroristas antitaurinos han tiroteado con ofensivas palabras las sagradas tumbas de algunos toreros. Desde el Palacio de los Diputados se recomienda a instancia de los expertos la intervención inmediata de los EEUU con todos los medios necesarios para afrontar esta crisis.
Igualmente se solicita al Gobierno Estadounidense una minuciosa investigación sobre el gravísimo problema que rodea a la memoria histórica de los españoles de buen nacer, puesto que miserables traidores a la patria pretenden dignificar su ultraje a la nación apareciéndose en sueños fantasmagóricos a sus familias, que actúan como poseídos y drogados, pues sus palabras son un sinsentido, dicen que quieren recuperar los restos de sus seres queridos y olvidan que esos seres fueron terribles traidores a la patria.
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